Daniela Hozbor: "El beneficio de la vacuna es mucho mayor que el riesgo a una trombosis"

Hablamos con Daniela Hozbor, bioquímica e investigadora principal del CONICET, sobre el juicio contra la farmacéutica AstraZeneca por casos de trombosis relacionados a su vacuna contra el COVID-19.

“Las vacunas que utilizamos durante la pandemia fueron estudiadas, si no no las hubiéramos empleado. Los ensayos clínicos deben demostrar que la vacuna es segura y eficaz, si no pasa las evaluaciones no se usa”.

“La novedad es que la farmacéutica AstraZeneca admite legalmente que hay una potencialidad de asociación de una reacción adversa severa después de la vacunación. Usa la palabra “rara” para marcar que es algo infrecuente. Es algo que ya habíamos escuchado, lo nuevo es que la farmacéutica lo admite legalmente a raíz de un juicio”.

“Al vacunar a la población general, donde la diversidad es mucho mayor, pueden aparecer cosas que no se vieron en el ensayo clínico. Las vacunas se siguen estudiando en la población general, si se ve que algo está mal primero se frena su aplicación para estudiarlas”. 

“En 2021, en Europa se frenó el uso de esta vacuna y se investigó. Detectaron la asociatividad con la trombosis. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud determinó que el beneficio de esta vacuna era mucho más alto que el riesgo, porque la incidencia de la trombosis es muy baja. Por lo tanto, se pudo seguir usando”.

“No hay nada en medicina que sea de seguridad absoluta”.

“El virus siguió evolucionando para hacerse más resistente frente a la respuesta inmune de las vacunas, y las vacunas se fueron aggiornando. Las primeras vacunas estaban formuladas a partir del virus que originó la pandemia, y después se modificaron según la variante del virus que prevaleciera en el momento”.

“El impacto de las vacunas de la COVID fue tremendamente positivo. El uso de las vacunas durante el primer año salvó entre 14 y 20 millones de vidas en el mundo”.

“Cuando desaparece el riesgo nos olvidamos del virus, pero lamentablemente llegó para quedarse. Tenemos que mirar la calendarización de esta vacuna. Cada año nos vamos a tener que aplicar una dosis, como con la de la gripe”.

“Las vacunas salvan 154 millones de vidas en el mundo, que equivalen a 6 por minuto. Vacunarse es un derecho para nuestra calidad de vida y además un deber, que nos ayuda no solo a nosotros sino también al resto, bajando la circulación de los patógenos. Es un acto solidario”.